El Australian Silky Terrier es una raza creada en Australia aunque su ascendencia proviene de Gran Bretaña, haciendo que la raza guarde una gran relación con el Terrier Australiano y el Yorkshire terrier.
El estándar de la raza se fijó en 1907 y el objetivo de su creación era crear un perro pequeño más cariñoso que el Australian Terrier y que conservase sus cualidades de cazador. Fue utilizado para la caza de pequeños roedores y como animal de compañía, siendo este último su rol fundamental en la actualidad.
El Australian Silky Terrier es un perro pequeño de complexión compacta y ligera. Su altura hasta la cruz es de 15 a 20 cm. mientras que su peso va de los 2 a los 4 kilos en función del sexo y la edad.
El Australian Silky Terrier es un perro fiel, dinámico y tenaz. Siempre alerta. Es muy enérgico y obstinado, en ocasiones en continuo movimiento. Es un perro muy adaptable y amable con los niños. Le gusta complacer a sus guías y dado a su instinto territorial suele guardar distancias con los extraños. Es inteligente y flexible por lo que es susceptible de aprender rápido, aunque debido a su carácter enérgico es recomendable la constancia en el adiestramiento y trabajar su docilidad.
Es una raza resistente y saludable aunque como todas las razas pequeñas, hay que estar al tanto de ciertas patologías como cálculos renales, cataratas o diabetes mellitus. Por otro lado la raza tiene propension a sufrir la enfermedad de Legg Calve Perthes. También es recomendable cepillar con cuidado unas dos veces por semana para evitar nudos y la acumulación de pelo muerto. Soportan peor el calor que el frío por lo que en épocas calurosas no está demás estar al tanto de su estado.
Al ser un perro enérgico necesita ejercicio diario para evitar comportamientos inadecuados en casa. El aburrimiento fomenta el desequilibrio en él por lo que, aun siendo un perro pequeño, debe pasear diariamente y disfrutar de estimulación mental en casa.
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